Propiedades.
No son considerados polímeros, ya que no contienen monómeros ni un grupo funcional característico.
Los lípidos son biomoléculas orgánicas, son poco solubles o casi nada solubles en agua, por eso son consideradas como moléculas hidrofóbicas. Por otro lado son solubles en solventes no polares como éter, benceno y cloroformo eso favorece que puedan ser extraídos a partir de células o tejidos utilizando esas mismas sustancias.
Además están formados por carbono e hidrógeno (hidrocarbonados) con pocos grupos funcionales que poseen oxígeno. Los átomos de oxígeno son característicos de grupos funcionales hidrófilos (solubles en agua), y los lípidos, que tienen poco oxígeno son hidrófobos.
Funciones.
Los lípidos desempeñan diversas funciones biológicas de gran importancia entre las que podemos considerar la de actuar como reservas de energía en los seres vivos, por ejemplo los triglicéridos, el consumo, la combustión de un gramo de lípido nos va a rendir 9Kcal, es más del doble de lo que rinde 1gr de carbohidratos que solo va a rendir alrededor de 4Kcal.
Otra función importantísima que desempeña un lípido es la de actuar formando parte de estructuras. Por ejemplo la membrana celular que está formado por una doble capa, una bicapa de fosfolípidos, es decir lípidos unidos a ácido fosfórico y otra función que desempeñan los lípidos es la de actuar regulando la actividad metabólica de las células y los tejidos como por ejemplo, algunas hormonas, dentro de ellas tenemos las hormonas esteroideas que es un tipo de lípido. Por ejemplo, la testosterona.
Clasificación
La clasificación de los lípidos es bastante variada y eso debido a las características químicas que poseen estas moléculas, pero una de las clasificaciones que se utilizan comúnmente dividen a los lípidos en dos grandes grupos, los lípidos saponificables y los lípidos no saponificables o insaponificables.
- Lípidos saponificables, se caracteriza por la presencia de ácidos grasos en su composición
- Lípidos no saponificables, se caracteriza por la ausencia de ácidos grasos en su composición.
Saponificación.
El término jabón proviene del latín sapon es decir saponificar significa convertir en jabón.
Es un lípido saponificable cuando reaccionan con sustancias alcalinas, hidróxido por ejemplo.
En este ejemplo ponemos el hidróxido de sodio va a reaccionar formando y ese jabón contiene a los ácidos grasos más una fracción de la solución alcalina, es decir, los iones de sodio y además se formará glicerina que está formada por el glicerol que forma parte del lípido y la fracción del grupo oxidrilo proveniente de la solución alcalina, como podemos apreciar, un jabón va a presentar dos fracciones, dos zonas características, una zona liposoluble formada por los ácidos grasos y otra hidrosoluble formada por los iones de sodio, es decir, los jabones con su fracción liposoluble favorece que las grasas se disuelvan mientras que la parte hidrosoluble va a permitir que estas se disuelvan en el agua, por lo tanto los jabones nos permiten una limpieza de la grasa que puede encontrarse en nuestro cuerpo proveniente de las mismas glándulas que nosotros secretamos, por lo tanto.
Para clasificar los lípidos podemos tomar en consideración la presencia de ácidos grasos en ello es así como a los lípidos entonces los clasificaremos en dos en saponificables y no saponificables.
Los no saponificables no contienen ácidos grasos y son moléculas muy importantes con propiedades muy variadas como actuar como vitaminas, hormonas, componentes de membrana entre otros.