Actualmente en manejo financiero de los recursos monetarios
personales es de uso corriente, por ejemplo, recibimos nuestros sueldos y
salarios mediante depósitos bancarios, realizamos muchos de nuestros pagos como
luz, agua, colegiaturas, boletos de espectáculos y muchos otros recurriendo a
transferencias bancarias.
Sin embargo, en la edad media se consideraba que el obtener
un beneficio por una transacción financiera era un pecado. Conceptos como usura
o anatocismo tenían una connotación inmoral, todavía en el siglo XIX
prácticamente todas las corrientes de pensamiento económico coincidían en que
las actividades financieras eran el velo obscuro que no permite conocer
directamente la economía real.
Fue hasta el siglo XX cuando se cambió de opinión entre las
décadas de 1930 y 1940 el economista Mainer Keynes cambió la percepción hacia
el sistema financiero, mediante una metáfora:
“El sistema financiero es como el aceite para motor”
Haciendo
notar que es un factor fundamental sin el cual no se puede funcionar la
economía.