Introducción.
La filosofía aparece desde que el ser humano ha escrito
reflexiones sobre su propia naturaleza, su lugar en el mundo y su interacción con
los demás seres humanos, animales, planta y objetos, en un dialogo que después
de encontrar algunas posibles respuestas, exterioriza sus cuestionamientos
sobre el origen mismo de las ideas, en forma de hallazgos temporales,
conclusiones parciales o certezas que no rigen necesariamente a toda la
humanidad.
Principios que rigen al ser.
A través de la filosofía surgen algunas preguntas que hacen
los miembros de la humanidad (y se hacen asi mismos), cuando se busca definir
los principios personales que rigen al re: la
vida, la existencia, el destino, la moral, los principios éticos, la razón, la búsqueda
estética, y en general el devenir del espíritu humano fuera de las creencias y dogmas
religiosos.
Generalmente, en esto últimos, las respuestas suelen ser inamovibles,
producto de una fe ciega, a través de códigos, dogmas y normas escritos en libros
“sagrados” que imponen verdades eternas en un texto incuestionable.
La Biblia, el Corán, el Rig-veda y el Popol Vuh, quizá sean los
ejemplos más comunes de textos religiosos, que no por servir de guia para la fe
católica, islámica, hinduista y maya-quiche, dejan de tener interés tambien
como textos literarios (por sus poemas, parábolas y planteamientos sobre la
existencia).
Principios filosóficos.
En la historia de la filosofía se han analizado distintas
ideas sobre inquietudes presentes durante la vida humano en toda sociedad.
Si en la religión los principios son inamovibles, en la filosofía
las dudas sobre el devenir del espíritu humano no acepta verdades a ciegas: su
principio es la incertidumbre y el cuestionamiento, que sirven al filósofo para
que su pensamiento logre aproximaciones, formule conjeturas y diserte sobre
temas como la vida y la muerte, la mente y el pensamiento, la educación y el
conocimiento, el tiempo y la eternidad, las pasiones (amor, odio, traición,
envidia), la fe y el misticismo, la sabiduría y las enseñanzas, las letras y el
arte, entre otras ideas y actividades humanas que prevalecen, pero se modifican
a través de los siglos gracias a la interacción de individuos y culturas en el
mundo, gracias al dialogo y oposición entre sus pensadores y a través de sus
doctrinas, axiomas y conclusiones.
Surgimiento de las ciencias.
La filosofía en occidente surge a partir de las culturas clásicas,
es decir, de los griegos y los romanos. Entre ellos destaca Aristóteles (autor
del texto Tratado sobre Metafísica y de Órganon, libro que pretendía condensar
todos los saberes) estableció a la filosofía como la ciencia máxima en donde
todas se integraban.
Sin embargo, con el avance de otros saberes, cada vez se
desprendieron en mayor modo las disciplinas y teorías, algunas de las cuales se
constituyeron en ciencias:
1.
Naturales,
como la biología, la zoología o la botánica.
2.
Exactas, como
las matemáticas, la física o el cálculo.
3.
Sociales,
como la antropología, la psicología, la lingüística y la sociología, entre
otras.
Principio de la modernidad.
Después de la Ilustración,
las ciencias se desprenden de la filosofía, la cual deja de tener supremacía como
ciencia sobre los demás, y asi, las ciencias independientes formulan axiomas, teorías
y leyes cada una en su propio ámbito.
Esta da pauta al inicio de la especialización científica y a
la apertura de distintas carreras en la universidades (cada vez más numerosas
en el mundo), lo cual se considera como un principio de la modernidad, era en
la que las ideas filosóficas y científica se debaten a la luz del razonamiento
y las normas dejan de ser regidas por monarquías teocráticas para pertenecer al
ámbito soberano del poder civil, con saberes diversificados y útiles para la formación
de individuos plenamente integrados y con derechos propios que participan en el
desarrollo de su sociedad.