Todos los días tomamos decisiones, elegimos una cosa en lugar de otra por motivos diferentes. Detrás de cada decisión que tomamos hay una cadena de decisiones que tienen que ver con la forma de trabajo y la vida de otras personas, pero también afecta nuestra vida. Aunque en el envase no lo dice muchos aceite son elaborados con maíz transgénico en este caso significa que la semilla de la planta fue modificada genéticamente para hacerla resistente a potentes herbicidas agroquímicos y aciertos efectos, con el fin de obtener una mayor rentabilidad.
Estos productos impiden que ninguna otra planta pueda crecer en esa tierra, las consecuencias que éste acto trae a la vida de las personas, animales y plantas son muchas, por mencionar sólo algunas, la frontera agrícola se extiende, se necesitan muy pocas manos para trabajar la tierra, sin hablar los problemas que ocasionan los herbicidas a la salud de las personas, la falta de trabajo así que la población campesina se marcha la ciudad, se acrecienta los cordones suburbanos en las villamiserias, la superpoblación genera tránsito, desocupación, pobreza, delincuencia y el campo donde se sembró el maíz no sólo se ha quedado sin población, las especies vegetales autóctonas son eliminadas y reemplazadas por grandes monocultivos.
Las abejas encargadas de la polinización de las plantas para la reproducción se ven amenazadas también, ya no encuentran su alimento.
Los herbicidas que insecticidas terminan por matarlas, estamos acostumbrados a pensar que las cosas son así y no pueden cambiar, que hay una sola forma de que sea, aunque nos pese.
Las grandes decisiones parece que ya estuvieran tomadas por otros, gobiernos, productores, multinacionales, grandes intereses económicos, pero ¿pueden ser las cosas de otra manera?
¿Cómo consumidores, pero también como profesionales, trabajadores, Padres podemos hacer algo para que cambien?
Imaginémonos por un momento que otros motivos nos llevan a tomar una pequeña decisión de diferente, podríamos pensar para variar que cada elección, cada decisión que tomamos tiene un peso que incide en nuestra vida y en la vida de los demás.
Que las cosas sean diferentes no es meramente una decisión de los consumidores, sí podemos tomar la decisión de consumir un producto determinado es porque alguien tomó la decisión de venderlo y antes otra persona decidió producirlo y en cada uno de esos casos es opción dejó de lado muchas otras posibles.
Cada vez que elegimos algo, aunque no lo sepamos estamos apoyando un modelo de producción y esa elección multiplicada por muchas personas determina un modelo de sociedad, se hay un gran productor o muchos pequeños, sí se trata de una multinacional o de una cooperativa, sigue los productos son transgénicos hubo orgánicos, se contamina fuese respetar el medio ambiente, sí hay un solo comercializadora que se queda con una gran tajada de las ganancias o se trata de una cadena de comercio justo, esto quiere decir que las cosas pueden ser de otra manera, hay alternativas a la forma de producción dominante.
El cambio técnico nuestro determinado, pero que esas alternativas sobrevivan tiene que ver con los distintos factores, no sólo juegan los grandes intereses políticos y económicos, las personas desde nuestro lugar podemos hacer muchas cosas para elegir el modelo de sociedad, de país y del mundo en el que queremos vivir. Como consumidores pero también como productores de bienes y servicios, como profesionales, como trabajadores, como padres podemos modificar las pautas y conductas, podemos producir cambios, el maestro puede decidir cómo imparte el saber a sus alumnos, el ingeniero a Br puede decidir qué producto utilizar para ahuyentar los insectos de la planta sea es un preparado natural o una grúa tóxico, lo mismo puede hacer una persona con sus plantas en el patio de su casa, un periodista que temas investigará y como los dará a conocer, como ciudadanos podemos investigar, leer, escuchar, tener conciencia, interesarnos, comprometernos y exigir a las autoridades que pone las leyes y la justicia al servicio de las personas y el mundo que vivimos y a otros ciudadanos que ocupen su lugar para exigir lo mismo.
Las cosas no tienen porque cierre de la forma en que se nos presenta, pueden cambiar, nosotros como sociedad podemos generar cambios en este sentido, para que nuestro actual modelo de desarrollo sea más justo, inclusivo y sustentable. No siempre ha crecido la población mundial a la misma velocidad, incluso se podría decir que el nacimiento de nuevos pobladores varía de una región a otra mientras que en épocas anteriores el crecimiento de la población era sumamente lento, en la actualidad se está viviendo el crecimiento más acelerado que se haya conocido en toda la historia de la humanidad.