Existen ciencias que requiere por su naturaleza dual, mayor
especificidad. La geografía, por ejemplo, seria en principio una ciencia
natural, pero estudia aspectos sociales, o bien, la antropología física, que,
basada en la Teoría de la evolución de Charles Darwin, se encarga de estudiar
los procesos de interacción entre el entorno de desarrollo. Ambas producen
textos científicos, que necesariamente abordan la dimensión social en su análisis.
Cada ciencia ha ido ensanchando sus campos de estudio y problemáticas
específicas (paradigmas), interactuando con otras ciencias en su mismo texto,
en lo que, para inicios del siglo XXI, se suele llamar intertextualidad: la intersección de saberes entre dos o más
disciplinas del conjunto científico.
Si bien las ciencias naturales abarcan aspectos importantes
del conocimiento, puesto que explican el entorno físico-químico de la naturaleza,
es a través de su aplicación en procesos productivos, así como la investigación,
que pueden eventualmente integrarse en ellas ideas sociales.
En la siguiente liga del Instituto de Ecología de la
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) puedes consultar la versión digital
del texto El origen de las especies
de Darwin, que contiene las ideas de la Teoría de la evolución, donde claramente
se puede observar esa relación: http://www.sisal.unam.mx/labeco/LAB_ECOLOGIA/Ecologia_Acuatica_files/3%20El%20Origen%20de%20las%20Especies_Darwin_Capitulo%20.pdf.
Estas ideas sobre el verdadero origen del ser humano (científicamente
comprobable a partir de los principios evolutivos
darwinistas, y más tarde apoyados con pruebas a través de elementos químicos radiactivos
como el carbono 14 que calculan y muestran la antigüedad de restos arqueológicos) contradijeron principalmente a la cuenta
– lineal – histórica regresiva de textos religiosos sobre todo de la Biblia, basada en el linaje hereditario
de Adán y Eva por lo cual los dogmas de la fe del judeo-cristianismo dejan de tener
preponderancia (aunque prevalecen hasta nuestros días), después de la Ilustración
y de Darwin, surgiendo así las ciencias particulares que estudian las ideas
sociales.
Ya en el siglo XIX , al diferenciarse de la teoría filosófica
del materialismo dialéctico de Carlos Marx y Federico Engels – cuyas ideas
sociales radican en el intercambio materias (en su obra cumbre El capital, 1867), así como en las
relaciones de producción y explotación entre los dueños de las fábricas,
empresas o medios de producción y los obreros (quienes las trabajan) – Herbert Spencer
y Augusto Comte definen el objeto de estudio de una ciencia naciente, la sociología
(y con ellas las denominadas ciencias
sociales), que intentará en lo sucesivo plantear y resolver problemáticas en
el ámbito social, así como proponer, establecer y poner en práctica métodos y técnicas
propios, lo que más tarde Emilio Durkheim denominó las Reglas del método sociológico.
Para analizar las ideas
sociales en un texto, es preciso considera, entre otras, las siguientes categorías
de análisis:
·
Genero.
·
Raza.
·
Hábitos comunitarios.
·
Formas de organización.
·
Relaciones económicas.
·
Tradiciones y tipos de ceremonia.
·
Rasgos culturales.
·
Lenguaje.
Como se llevan los roles de mujeres y hombre (de acuerdo con
las concepciones tradicionales y a la diversidad actual), dentro de un texto.
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