Positivismo y desarrollo social

El positivismo es un pensamiento filosófico en el que el conocimiento científico es absoluto y sólo puede surgir de un pensamiento racional sustentado en el planteamiento de hipótesis y de la aplicación del método científico único para todas las ciencias.

Comte clasificó las ciencias en: astronomía, física, química, fisiología y física social o sociología. Descartó a la psicología y a la economía como ciencias, y concibió a las matemáticas como un método o instrumento auxiliar de las ciencias. La finalidad de las ciencias es el control y el dominio de la naturaleza y de la sociedad.

Para Comte, la observación es la fuente del conocimiento y brinda la eficacia para transformar la realidad en productos útiles para la satisfacción de las necesidades humanas. La imaginación queda relegada, es nula o estéril. Esto se contraponía con el empirismo, en el que se enfatiza el papel de la experiencia ligada a la percepción de los sentidos, la cual era una forma de hacer ciencia en la antigua Grecia. Pero esta forma de conocimiento tiene limitaciones porque conforme pasa el tiempo la narrativa de transmisión oral cambia tanto por el contexto, la forma escrita y sus traducciones, así como por las intenciones de sus transmisores.

En contraposición del empirismo, el racionalismo enfatiza que la razón permite un pensamiento a priori, en el que la experiencia tiene un papel secundario. Por su parte, el positivismo prometía el progreso de la sociedad pues el desarrollo de la ciencia y la tecnología se consideraba como progreso social. Sin embargo, este positivismo propició la supremacía del de producción capitalista. Entre los efectos de esta escuela de pensamiento en el mundo, el positivismo de Comte es parte del lema fundacional de la edificación de Brasil como país, y ha sido el centro de la enseñanza en muchas universidades latinoamericanas, como la Universidad Nacional Autónoma de México.

En resumen, la ciencia es heredera tanto del desarrollo de los anteriores métodos del conocimiento como de su contexto histórico, en el que los avances de la tecnología y los cambios sociales permiten profundizar en los métodos del conocimiento, lo que hoy se denomina como el método científico. En este caso, el método establece el uso riguroso de la deducción, así como de la experimentación como componentes básicos de la racionalidad humana.