Lamarck concentró sus conclusiones en su obra Philosophie
zoologique (1809) y las expuso mediante dos leyes:
Primera ley: en todo
animal que no ha traspasado el término de sus desarrollos, el uso frecuente y
sostenido de un órgano cualquiera lo fortifica poco a poco, dándole una
potencia proporcionada a la duración de este uso, mientras que el desuso constante
de tal órgano le debilita y hasta lo hace desaparecer.
Segunda ley: todo lo que
la Naturaleza hizo adquirir o perder a los individuos por la influencia de las
circunstancias en que su raza se ha encontrado colocada durante largo tiempo, y
consecuentemente por la influencia del empleo predominante de tal órgano, o por
la de su desuso, la Naturaleza lo conserva por la generación en los nuevos
individuos, con tal de que los cambios adquiridos sean comunes a los dos sexos,
o a los que han producido estos nuevos individuos.(Lamarck, Filosofía zoológica
).
En la primera ley, llamada de uso y desuso, Lamarck expone
que el uso frecuente de un órgano se desarrollará más, mientras que uno que no
se usa, se atrofiará.
En la segunda ley expone que el cambio de los órganos está
en función de las condiciones a las que el organismo está expuesto. Además, que
para que perduren, dichas modificaciones deben ocurrir en ambos progenitores,
así como que la descendencia los mantenga y los herede.
De ambas leyes se infiere que cada generación estará mejor
adaptada que la anterior. El ejemplo que describe las leyes de Lamarck es el
del cuello de las jirafas.
1. Supongamos que tenemos una población de jirafas
primitivas que, al no haber árboles más bajos, tratan de alcanzar las hojas de
árboles más altos y estiran el cuello.
2. En cada generación, el cuello va creciendo para alcanzar las hojas.
3. Al cabo de cierto tiempo, sólo existen las
jirafas de cuello largo.
Si notas, en el punto 2 la palabra “para” está remarcada,
esto significa que para Lamarck estos cambios fueron con la intención de
perfeccionar la adquisición de alimento. Es importante que comprendas este
punto, pues aquí radica la diferencia con la teoría de la evolución de Darwin.
Para Lamarck las especies evolucionaban desde formas simples
hasta más complejas, y consideraba al ser humano el punto máximo de la
evolución. Sus ideas fueron poco aceptadas, pues contradecía las teorías
creacionistas y catastróficas de Cuvier, ambas ya aceptadas y consolidadas en
la comunidad científica. Además, no existían evidencias en el registro fósil
que apoyara su primera ley, sin embargo, no estaba equivocado en la segunda, ya
que sentó las bases para lo que después se conocería como “adaptación”.
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