Ciencia y tecnología.
En el desarrollo tecnocientífico (es decir la compleja y creciente relación que existe de la ciencia y su aplicación térmica para el desarrollo socioeconómico de los seres humanos), sobre todo en dos fenómenos correlacionan dos: el descubrimiento y manipulación del ADN, así como la posibilidad de realizar trasplantes. Con estos dos avances está ante la posibilidad de redefinir los límites de la vida y el sentido de lo humano; así como tecnologías para mejorar la industria alimentaria hasta aplicaciones para el mejoramiento y prolongación de la vida y las relaciones humanas. Como se puede ver que el campo tecnocientífico ofrece un abanico de posibilidades que merece verse con detenimiento, o sin él no será posible entender los cambios a los que se enfrenta la humanidad.
ADN y factores hereditarios.
Si alguien quiere conocer su parentesco con otra persona puede recurrir a un análisis de ADN. Ese argumento sobrepasar a una novela o guion de película, pues hay muchas razones de orden económico, político, cultural o social para recurrir a ese análisis. Del desarrollo tecnológico y científico en el análisis del ADN, representa hoy en día la posibilidad de acceso al conocimiento y manipulación del genoma humano, es decir de la clave que hace cada ser vivo lo que es.
¿Cómo es posible lo anterior? En alguna época el plantear la posibilidad era impensable. Se ha tenido que recorrer un largo camino para el estudio del ADN para ubicar los rasgos determinantes de la paternidad, para explicar comenzaremos por definir y contar la historia de su investigación.
se conoce como ADN o ácido desoxirribonucleico a la molécula que posee la “información genética” de los seres vivos con las características heredadas de generación en generación. Esa información tiene lo necesario para desarrollar las funciones biológicas, por lo cual el ADN es la clave y herencia de la vida.
Acido desoxirribonucleico.
El ADN es el ácido desoxirribonucleico responsable de contener toda la información genética de un individuo o ser vivo, información que es única e irrepetible cada ser ya que la combinación de elementos se construye de manera única.
Este ha sido contiene, además, los datos genéticos que serán hereditarios, o sea que se transmitirán de una persona a otra, de generación en generación, por lo cual su análisis y comprensión resulta ser de gran importancia para realizar cualquier tipo de investigación científica o aventurar una hipótesis que verse sobre el de identidad o sobre las características de un individuo.
La teoría sobre la evolución que planteo Charles Darwin de proponía que la adaptación de ciertas características a los factores de vida permitía que las especies sobrevivieran. Así inició la historia sobre el descubrimiento y manipulación del ADN. Posteriormente los estudios de Gregor Mendel demostraron, mediante sus experimentos en plantas de chícharos, que hay ciertas características dominantes y otras recesivas. Observó un que al reproducir plantas de distintas características unas prevalecían sobre otras. A las primeras las llamó dominantes y a las segundas, que cedían ante las dominantes, las denominó recesivas. A partir de esto Mendel formuló los principios bajo los cuales aparece en unas u otras características, lo que ahora se conoce como las leyes de la herencia.
Otro episodio importante es el de la Teoría de la Herencia Cromosomática (Walter Sutton). En dicha teoría se plantea que la sexualidad del ser humano se trasmite según los cromosomas sexuales. En la mujer los cromosomas son XX y en los hombres son XY. En la reproducción del óvulo es X y el en el espermatozoide puede ser X o Y. De esa combinación resulta el sexo de los descendientes, resultando XX o XY para un hombre o mujer respectivamente.
En 1953 se determinó en la estructura del ADN (James Watson, Francis Crick, Maurice Wilkins, Rosalind Franklin), aportación sumamente valorada con la que se hicieron merecedores del Premio Nobel de la Ciencia.
El conocimiento del ADN permite determinar la paternidad, pues cada molécula de ADN contenido en la información necesaria para determinar los factores genéticos de una persona y la herencia de sus congéneres, es decir los elementos que comparte con sus progenitores y no con otros seres.
Los avances científicos en materia del ADN han abierto una puerta de discusión sobre las posibilidades, no sólo de conocer la estructura del genoma humano, sino de la manipulación, construcción y determinación de los seres vivos, incluidos los humanos. El debate se abre a las aplicaciones que la ciencia puede tener por delante, tales como: manipulación de vegetales para uso agrícola, clonación, manipulación de la herencia genética para hacer frente a enfermedades; incluso se ha propuesto identificar los genes que provocan conductas socialmente reprobables, entre muchos otros. ¿qué consecuencias tiene en estas investigaciones? ¿quién decide qué características privilegiar del genoma?
Una desconociendo la estructura del genoma humano, parece posible la clonación hasta las alteraciones del genoma mismo. Estoy incuestionablemente conduce hacia la necesidad de una reflexión ética de manera más importante como nunca se había requerido, en tanto los límites de lo vivo y se lo humano están en una redefinición, no solo teórica sino con alcances en la realidad, por lo que es necesario estar conscientes del debate.
Trasplante de órganos su rechazo o aceptación (visión de grupos religiosos).
El 15 de noviembre de 1984 a las 21:00 horas murió Stephanie Fae Beauclair, una pequeña que vivió 21 días con el corazón de un mandril. La niña nación con un problema congénito en el ventrículo izquierdo de corazón, por lo que el médico Leonard L. Bailey ofreció como una de tres posibilidades: el corazón de un mandril; las otras dos eran dejarla morir o una operación que sonaba más complicada que el trasplante. La niña vivió 21 días antes de presentar una falla renal y que el corazón dejara de latir, desatando un sinfín de cuestionamientos sobre lo correcto o incorrecto en la práctica de los trasplantes de órganos.
Los trasplantes órganos van de la mano del descubrimiento del genoma humano, pues el desarrollo de las investigaciones ha contribuido a facilitar las técnicas de reemplazo. El principal problema de los trasplantes es el del rechazo que presenta el sistema inmunológico a los órganos externos, por lo que se deben buscar reemplazos compatibles y administrar inmunosupresores. La manipulación del ADN puede ayudar a facilitar el proceso. También el descubrimiento de las células madre y su potencial de reemplazo de células dañadas.
Los problemas éticos que generan estas prácticas tienen en el fondo aspectos tales como el mercado negro de órganos, para lo cual se deben obtener cuerpos que provean órganos, aspectos que podrían propiciar robos, secuestros y quizá hasta asesinatos. Otro problema tiene que ver con la donación de órganos, pues estos deben ser trasplantados de manera inmediata en las mejores condiciones. En ese sentido, la mejor fuente son las personas aún vivas, por lo que se han presentado debates sobre la disposición de órganos de personas con muerte cerebral. También existen problemas sobre la donación de tejido fetal, pues supone el embarazo con fines de donación, para lo cual se requiere que no se consuma la gestación y se concluya con el aborto, de donde se toman células para uso médico; de manera que se puede fomentar un mercado que pague a mujeres por embarazarse y alcanza aspectos de mucha sensibilidad social y controversia ética.
A esto se le suman las posturas que las distintas religiones han asumido en el tema de los trasplantes. Las posturas religiosas están en relación con sus ideas de la muerte y la reencarnación o existencias del alma y su encuentro en otro mundo:
· Católica: está a favor del trasplante desde Juan Pablo II, pero no de la clonación ni del uso del tejido fetal
· Protestantismo: están a favor, lo entiende como un acto de amor al prójimo, y se manifiesta contra los familiares que no respetan la voluntad de un fallecido que decidió donar sus órganos.
· Anglicanismo: respeta la libre voluntad de donar o no, respeta que los familiares del difunto decidan sobre el destino de sus órganos.
· Iglesia ortodoxa: no se opone, pero desconfía de la manipulación de los cuerpos muertos.
· Judaísmo: los religiosos ortodoxos se oponen, pero los hospitales judíos lo realizan. La religión ortodoxa no dicta la conducta civil.
· Evangelista: a favor, aunque resalta la libertad de decidir de cada individuo.
· Budismo: en algunas comunidades se respeta la voluntad de los individuos, aunque en otras religiones es imposible pues la tradición establece que se deben dejar el cuerpo en reposo durante tres días, lo que imposibilita los trasplantes.
· Testigos de Jehová: no se oponen al trasplante de órganos de cuerpos muertos, pero si a la transfusión de sangre, lo que imposibilita el procedimiento.
· Hinduismo: no hay leyes religiosas que lo prohíban, la importancia de la tradición hindú de purificar (limpiarlo y cremarlo) el cuerpo muerto, para poder reencarnar de mejor manera y posibilitar la liberación de esa reencarnación, es una de las preocupaciones centrales.
· Islamismo: prohíbe el tráfico de órganos y está a favor del trasplante de órganos.
· Mormones: a favor y promueven el trasplante de órganos artificiales.
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