El ensayo es el género en el que se reflexiona de manera
profunda sobre los múltiples aspectos que conforman las obras literarias tanto
de ficción, dramática, literarias o poéticas (o en sus adaptaciones a otras
plataformas a través del guion).
También puede abarcar la semblanza y el estudio de sus
autores, escuelas y corrientes, implicando incluso a otros campos de las
ciencias sociales, como la filosofía (que dio origen al ensayo), la
antropología, psicología o la historia.
Para comprender lo que es el ensayo, se han venido
practicando algunas de sus bases en la reseña, dentro de esta misma unidad. Sin
embargo, la reseña es una descripción y opinión muy breve sobre un libro, obra
o cualquier texto, mientras el ensayo constituye un estudio más detallado,
minucioso y que le de luces al autor sobre la obra o personaje en cuestión,
escrito en una prosa que en si misma llega a ser muy particular y gozosa, pues
el buen ensayista busca crear en el lector, a través de su texto, un gusto
literario.
Entre ambas formas de presentarse, el ensayo puede tener
distintos alcances, dimensiones e incluso nombres. Si bien, quien escribe
ensayo se le denomina ensayista, este bien tiene diversas opciones dependiendo
del espacio en el que publicará su texto, los propósitos editoriales (para un
libro, para una revista, para un medio digital, para una campaña de divulgación),
así como el uso que le dará al texto. Entre las formas en que suele presentarse
en el trabajo de un ensayista están las siguientes:
Comentario.
Cuando un ensayista es muy reconocido, suele hacer algún
comentario público (a algún medio de comunicación especializado), sobre la
escuela, corriente o autor de una obra literaria o artística. Si se cuenta con
su consentimiento, este puede eventualmente formar parte de la campaña de
medios para difundir el lanzamiento de una obra literaria, y su comentario
(continuamente reducido al mínimo de extensión), brindar una valoración global
sobre la obra, incluso con una o dos palabras (adjetivos), que califican esta.
Reseña y cuarta de forros.
Consiste en un breve texto sobre una obra literaria en
particular, que puede eventualmente considerarse para ser publicado en la “cuarta
de forros” (contraportada) de algún libro (sobre el que trate). Asimismo, puede
eventualmente referirse de manera breve al autor y las circunstancias en que se
engloba la obra. No suele tener una extensión mayor de una cuartilla, y en
ocasiones, puede ser un fragmento del prólogo.
Presentación.
El alcance ensayístico de una presentación, es el de apenas
situar la obra, al autor o bien a la edición, dentro de una perspectiva en la
cual surge. Regularmente, contiene anécdotas serias, pormenores sobre el
proceso de gestación, publicación o definición de la obra literaria en cuestión,
que quien escribe debe conocer a cabalidad. No es por lo tanto un texto literario
si en si (aunque hay quien escribe presentaciones de modo muy afortunado), pero
sí permite al lector encontrar las directrices de la aparición de ese texto en
el mundo editorial. Eventualmente puede hacerla el editor o el propio autor.
Estudio.
Puede presentarse al principio (estudio preliminar), o al
final de una obra literaria de carácter antiguo y consiste en un Ensayo propiamente
dicho que abarca distintos aspectos de la obra, como se analizara más adelante.
Regularmente está escrito por ensayistas especializados en épocas específicas
de la literatura (Siglo de Oro; siglo XIX; Vanguardias), con el auxilio de la filosofía
(disciplina que estudia una cultura como se manifiesta en su lengua y en su
literatura, principalmente a través de los textos escritos), la lingüística y
la Teoría del Arte, para comparar los usos del lenguaje de una obra escrita al
menos con un siglo de antelación a la época en que se publica o se hace una
nueva edición.
Artículo de opinión.
El ensayo como estudio literario, también puede presentarse
como artículo de opinión, en revistas especializadas y suplementos de
literatura y cultura.
Prologo.
El ensayo suele presentarse como prólogo de una obra (en
ocasiones con el nombre de prefacio), con el propósito de dar a conocer
pormenores de la misma, del autor, de su tiempo y corriente y para a través de
un texto creativo, brindarles a los lectores en forma específica una aproximación
o guía hacia los propósitos del autor, el significado de la obra y de las
partes que la componen.
El prólogo es una forma de ensayo extenso (con sus excepciones),
que abarca un espacio suficiente para poder analizar distintos aspectos de la
obra en cuestión, de acuerdo con el estilo del ensayista y de las intenciones
de la publicación. Los ensayistas que realizan prólogos, suelen integrar “epígrafes”
que son fragmentos de textos, alineados a la derecha y con tipo de letra menor
a la que se utilizara durante todo el ensayo, para destacar alguna frase que
pueda revelar nuevas perspectivas en la lectura de la misma.
Entre los pormenores de la obra, debe analizarse el
lenguaje, la creación de personajes o bien, de imágenes (si se trata de una
obra poética), el tiempo, el entorno o ambiente en el que la obra es concebida,
así como los propósitos estéticos del autor, es decir la búsqueda de su voz
literaria.
Apostillas.
Pueden presentarse algunas adendas al texto original, por
parte del autor, que esclarezcan o les den sentido a aspectos no considerados
en ediciones posteriores a la primera. No se constituyen como un ensayo
propiamente dicho, pero si están escritas en estilo ensayístico, crítico. Las más
famosas que si constituyen un ensayo por sus dimensiones, quizá serían en tiempo
recientes las apostillas a “El nombre de la rosa” de Umberto Eco.
Ensayo.
Tambien llamado opúsculo.
Tratado.
Cuando la forma ensayística se constituye no sólo en torno
de una obra en particular de un autor, sino a un autor y el conjunto de su
obra, o una serie de obras de una tendencia, escuela o corriente en específico
(la poesía surrealista, el teatro de vanguardia, la novela picaresca), y además,
el ensayista se auxilia de todas las técnicas, métodos y disciplinas de las que
dispone, con el apoyo de ciencias colaterales, como las ya mencionadas: lingüística,
filosofía, gramática, etc., entonces se está ante un tratado, aunque en el
mundo antiguo algunos de ellos realmente consistían en ensayos en su forma
moderna, tal como se conocen en nuestros días.
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