Caracterización de la sociología, historia y cultura

Las ciencias sociales se componen de un conjunto de disciplinas que construyen sus objetos de estudio desde una visión particular de los eventos que observan y analizan.

Este apartado se va a referir a tres: la sociología, la historia como parte de una visión sociohistórico y la cultura.

La sociología

La sociología es un campo de estudio muy amplio, pero dentro de su trabajo disciplinar se centra en conocer los vínculos que se establecen en las relaciones sociales de los individuos.

El objeto de la sociología es deconstruir estas entidades (Estado, iglesia, la empresa y la sociedad) con el fin de hallar a los individuos e indagar las relaciones que mantienen entre sí.

Una de estas relaciones son las de dominación, de ejercicio de la fuerza, que provocan conflictos entre los individuos, incluso en las instituciones sociales asi como rivalidades y luchas, para determinar quien ejerce el poder, quien da las pautas para establecer el orden social.

Otra parte de la sociología, se traslada a la cuestión social, un término que busca desde la investigación con datos empíricos, entender como los sujetos se relacionan, sin caer en especulaciones, debido a que la información obtenida de las indagaciones permite darles un carácter científico a las explicaciones de la disciplina.

En síntesis, se va a entender por condición social, al ambiente proveniente de las relaciones entre los grupos de la sociedad (Estado, grupos de la sociedad civil, sectores económicos, empresas de comunicación, grupos religiosos, entre otros). Dichas relaciones, en su esencia, buscan ejercer un poder, lo cual genera enfrentamientos, rivalidades y luchas que, entre otros aspectos, originan y dan sentido al entendimiento o comprensión de un texto.

La historia

La historia, estudia sucesos relevantes que acontecieron en el pasado de un grupo social, que, por sus dimensiones e importancia, fueron determinantes en la conformación social, política, económica y cultural de una región o de un país y, por lo mismo, todavía tiene trascendencia en el presente.

Otra vertiente de la historia, apunta a la génesis de los sucesos sociales, donde el protagonista es el sujeto, sus acciones y su vinculación con el entorno destacando el uso de los recursos materiales.

Esta disciplina centra su estudio en explicar a profundidad, las causas que detonan acontecimientos que, por su trascendencia en esa época, cambiaron el rumbo de un grupo social o en un caso de gran parta de la humanidad.

La historia tambien se puede centrar en los actores sociales. En identificar el porqué de sus acciones y su relación con los demás. Los aportes que generaron a su comunidad o el ejercicio del poder que acumulo a lo largo de su vida y como ejerció con los demás.

En síntesis, se va a entender por condición histórica, el ambiente generado por sucesos acontecidos en el pasado que por su dimensión todavía tienen trascendencia en el presente y determinan de alguna manera la forma de interpretar un texto. En estos eventos están involucrados actores e instituciones sociales, el Estado, grupos de la sociedad civil, empresarios, etc.

Podemos concluir que las condiciones sociohistóricas de un texto se refieren a las situaciones pasadas y presentes que coexisten en el momento de la producción y consumo de un texto. Las determinaciones históricas que están vigentes en los hechos sociales del presente se retoman en la construcción y significación de un texto y establecen una perspectiva particular del mismo.

La cultura.

Es el campo de estudio que se caracteriza por tener múltiples definiciones dependiendo de la época y las tradiciones de pensamiento establecidas en los países o en sus centros de conocimiento.

La definición más conocida está relacionada al conocimiento de las bellas artes, al identificar las corrientes artísticas de mayor calidad, como la danza, la puntura, la música, la literatura, por citar las más relevantes; por lo mismo es común escuchar “esa persona tiene una amplia cultura”. El sujeto ilustrado es quien posee cultura. Por el mismo rubro, la cultura está vinculada en su explicación a quien tiene comportamientos refinados, exquisitos, obtenidos a raíz de sus experiencias de viaje, educativas o de relacionarse con personas de clase social alta.

Ahora bien, para desarrollar el presente apartado se retomarán acepciones de la practica cultural, cercana a la antropología que, como campo de estudio aborda, entre otras cosas, las relaciones simbólicas de las personas que conviven en una comunidad.

Para entender las condiciones culturales de un texto, el punto de partida es entender la cultura como un marco de referencia común que sirve como base para la comprensión de las acciones físicas y simbólicas de las personas. Este marco se forma por conocer y compartir las practicas que se establecen en lo cotidiano.

Una explicación muy importante para comprender el contexto cultural de una sociedad es la señalada por Bodley (1994), donde establece que la cultura se aprende, no es algo que se posea al nacer, a partir de los significados compartidos presentes en las practicas cotidianas de la sociedad, por lo mismo genera un sentido de identidad y pertenencia.

El significado es una idea que se incorpora a una palabra o una acción, para tener un vínculo que ayude a explicar en qué consiste la referencia señalada, de ahí la importancia de la interpretación, pues como grupos sociales se pactan significados, en otras palabras, se busca que todos entiendan lo mismo, o casi lo mismo, respecto de ciertas prácticas para la reproducción social al que pertenecen.

En síntesis, se va a entender por condición cultural al ambiente que se establece en la sociedad, proveniente de los procesos sociales de significación, esto es, las ideas que un grupo social le atribuye a todo un conjunto de manifestaciones, hábitos, normas sociales, costumbres, que acontecen en un espacio y tiempo determinado.