Un proceso de lectura eficaz es un proceso comunicativo
entre el lector y el texto (donde el escritor es el emisor y el lector el
receptor). El lector debe recurrir a su experiencia y colocarla en común con la
del escritor para descifrar el significado del texto, ya sea por vía de la
superestructura o la macroestructura.
Estructuración.
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Revisa el texto de modo global para identificar
la estructura del mensaje.
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Observa los títulos, subtítulos, itálicas y negritas
è
Elabora un mapa conceptual en tu primera revisión.
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Subraya los conceptos e ideas clave para llegar
a una abstracción de los aspectos más importantes del texto.
Identificación.
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Identifica el tipo de estructura textual o de
relato a la cual pertenece el texto (narrativo, descriptivo, expositivo,
argumentativo) para inferir la intencionalidad y sus características textuales.
Por ejemplo, si el relato es argumentativo, su intencionalidad es probar o
convencer.
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Identifica la tesis, revisa la conclusión y
deduce las argumentaciones que se necesitan para comprobar la tesis y
confirmala con la lectura.
Es importante recordar que esta estrategia propuesta puede
ser una entre muchas otras que puedes usar.
Subrayado
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Lee cada párrafo y extrae o reconstruye la idea
principal, para identificar la macroestructura.
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Esta actividad sirve para captar la esencia del
texto y ayuda a que la memoria no se sobrecargue.
Anotado
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Regresa a la información subrayada y explicala
con tus propias palabras. Es un proceso de recuperación de la información que
ayuda a promover el proceso de interpretación.
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Este tipo de acciones de inferencia sobre la información
seleccionada, da como lugar a la construcción del conocimiento o a la apropiación
de la información con base en las propias experiencias, conceptos y palabras.
Estructura generada.
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Construye una nueva estructura textual con base
en la interpretación personal.
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Elabora un mapa conceptual de lo leído.
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En este nivel se produce una memoria permanente
de lo leído y se promueve el pensamiento reflexivo.
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En esta etapa es posible hacer una transferencia
de la información hacia otros contextos.
Autocuestionamiento.
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Autocuestiona lo aprendido, esta actividad
desemboca en un proceso de metaconocimiento, es decir, reflexión sobre el saber
propio, que ayuda a tomar conciencia sobre el nivel de conocimientos que posee.
Como una herramienta auxiliar en la construcción de ideas
generales y significados, se puede hacer uso de los marcadores textuales y de
los elementos anafóricos.
Marcadores textuales.
Son las palabras que sirven para identificar el propósito u
objetivo de un párrafo.
Elementos anafóricos.
Mecanismos mediante los cuales un elemento del texto remita
a otro.
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