La gestión estratégica de la información científico – tecnológica resulta cada vez más importante para innovar y sobrevivir en un entorno complejo y cambiante como el actual. Los ciclos de vida de tecnologías y productos se acortan, los mercados se hacen globales, el riesgo tecnológico requiere ser gestionado y la innovación abierta emerge para transformar los modelos de negocio de las organizaciones. Ademas, Internet permite acceder, como nunca, a una gran cantidad de información que, muchas veces, puede resultar inabarcable, despertando el riesgo de la sobre información o infoxicación.
Empresas e investigadores comienzan a asumir la gestión del conocimiento y la tecnología
como parte vital de sus estrategias de innovación
y negocio, bien para alcanzar la excelencia científica, participar en proyectos
de investigación colaborativa, incrementar la capacidad de adopción tecnológica
de la organización o apostar por la internacionalización.
Entre sus fases se encuentra la Vigilancia Tecnológica e Inteligencia Competitiva, el reto de
detectar oportunidades y anticiparse a los cambios a partir de una gestión eficiente
de la información científica y tecnológica.