En 1937, Theodore Dobzhansky publicó su libro Genética y el
Origen de las Especies en el que incorporó las ideas principales de Darwin así
como las leyes de Mendel.
Junto con información
de otras áreas científicas, como genética, bioquímica y paleontología,
estableció una síntesis de estos conocimientos a los que se les llamó neordawinismo
o teoría sintética.
Como recordarás, Darwin propuso que las especies no
evolucionan pero las poblaciones sí lo hacen. Dobzhansky retomó esta idea, para
él los organismos a lo largo de su ciclo de vida experimentan cambios
morfológicos, pero su acervo genético permanece constante. En cambio, la
constitución genética de las poblaciones puede variar de una generación a otra
debido a mutaciones, recombinación genética, aislamiento reproductivo y
selección natural.
Genética de poblaciones y poza genética
La genética de poblaciones es una rama de la genética cuya
finalidad es describir la frecuencia de alelos que existe en una población y
así explicar los procesos de evolución. Una población es el grupo de individuos
de la misma especie que habita en cierto espacio geográfico en el mismo tiempo.
Todas las poblaciones tienen rasgos morfológicos característicos y comparten la
misma estructura corporal, por ejemplo, los leones tienen cuatro patas, garras y
grandes colmillos. Además, también comparten la misma estructura celular, el mismo
tipo de metabolismo y la misma forma de reproducción. Éstos son rasgos fisiológicos
y un ejemplo es el tipo de digestión de los rumiantes.
Cuando hablamos de rasgos de comportamiento, nos referimos a
la manera en la que la población responde a los estímulos del ambiente, por
ejemplo la organización de los lobos o de las orcas para la cacería. Dentro de
una misma especie, debido a la reproducción sexual, existen variaciones que son
heredables. La información genética contiene estas variaciones dentro de los
genes, los cuales son porciones de ADN. En términos generales, una población
tiene la misma información genética y sólo varía en los genes que determinan el
sexo del individuo: masculino y femenino.
Imagina a una
población de murciélagos vampiro de la especie Desmodus rotundus que habita en una cueva cerca de Chilpancingo,
Guerrero. Si se extrajeran todos los genes de la población y se guardaran, se
estaría constituyendo su poza genética.
Una poza genética es compartida por todos los miembros de la
población y por los descendientes de la siguiente generación. Cada gen de esa
población tiene, al menos, dos formas llamados alelos. Estos alelos varían
ligeramente, pero expresan características distintas. Por ejemplo, el color de
los chícharos estudiados por Mendel eran amarillos (alelo a) o verdes (alelo
A).
La combinación de alelos, y su expresión, conduce a la
variación del fenotipo entre los individuos de una población. Considera que los
individuos heredan genes, no fenotipos. Para que quede más claro, la expresión
común de que “el color rubio del cabello lo heredó de su padre” es incorrecto;
lo correcto sería “heredó de su padre los genes que expresan el color de
cabello rubio y los genes de su madre que expresan el color castaño, pero el de
su padre fue el que se expresó”.
¿Cómo llegan los alelos a cada individuo? En el proceso de la reproducción sexual, durante la
mitosis, el ADN se replica, es decir crea una copia exacta de sí mismo que irá
a cada célula formada. En ocasiones la replicación es “defectuosa” y genera alteraciones
en el ADN. Como parte de su proceso natural, el ADN se puede reparar, pero
cuando esto no ocurre se crea una mutación y se forman nuevos alelos.
Cuando las células sexuales
entran al proceso de meiosis I, ocurre la recombinación genética y los nuevos
alelos se redistribuyen en las células resultantes. Durante la fecundación del
óvulo por el espermatozoide, el material genético de los padres se combina y
ocurre un reacomodo de los genes.
Actualmente no existe una combinación genética idéntica a
otra, al menos en las especies que se reproducen sexualmente, y la posibilidad
de que eso ocurra es nula.