El trabajo de los naturalistas fue arduo durante el siglo
XVIII. En ese tiempo ya se conocían los trabajos de Carl Von Linné (1707-1778)
y su sistema natural, se descubrieron nuevas especies, la anatomía comparada ya
era acompañada de la embriología comparada y se descubrieron nuevos fósiles de
grandes animales del Pleistoceno. Sin embargo no había un mecanismo que
explicara por qué cambiaban las especies en el tiempo.
Jean Baptiste Lamarck (1744-1829) fue el primer naturalista
en proponer un mecanismo que explicara cómo y por qué los seres vivos se adaptaban
al ambiente cambiante. Lamarck propuso que la gran variedad de organismos, que
en aquel tiempo se aceptaba que no se modificaban y eran creados por una
inteligencia divina, habían evolucionado desde formas simple debido a su
capacidad de adaptación a un ambiente cambiante, pues las alteraciones
ambientales generaban nuevas necesidades en los organismos. Estas alteraciones propiciarían
una o varias modificaciones que serían heredables.
Lamarck concentro sus conclusiones en su obra Philosophie zoologique (1809) y las expuso mediante dos leyes:
Primera ley.
En todo animal que no ha traspasado el termino de sus desarrollos, el uso frecuente y sostenido de un órgano cualquiera lo fortifica poco a poco, dándole una potencia proporcionada a la duración de este uso, mientras que el desuso constante de tal órgano le debilita y hasta lo hace desaparecer.
Segunda ley.
Todo lo que la naturaleza hizo adquirir o perder a los individuos por la influencia de las circunstancias en que su raza se ha encontrado colocada durante largo tiempo, y consecuente,mente por la influencia del tiempo predominante de tal órgano, o por la de su desuso, la naturaleza lo conserva por la generación en los nuevos individuos, con tal de que los cambios adquiridos sean comunes a los dos sexos, o a los que han producido estos nuevos individuos (Lamarck, Filosofía zoológica).
En la primera ley, llamada de uso y desuso, Lamarck expone que el uso frecuente de un órgano se desarrollara mas, mientras que uno que no se usa se atrofiará.
En la segunda ley expone que el cambio de los órganos está en función de las condiciones a las que el organismo esta expuesto. Ademas, que para que perduren, dichas modificaciones deben ocurrir en ambos progenitores, así como que la descendencia los mantenga y los herede.
De ambas leyes se infiere que cada generación estará mejor adaptada que la anterior. El ejemplo que describe las leyes de Lamarck es el del pescuezo de las jirafas.
- Supongamos que tenemos una población de jirafas primitivas que, al no haber arboles mas bajos, tratan de alcanzar las hojas de los arboles mas altos y estiran el cuello.
- En cada generación, el cuello va creciendo para alcanzar las hojas.
- Al cabo de cierto tiempo, solo existen jirafas de cuello largo.
Esto significa que para Lamarck estos cambios fueron con la intención de perfeccionar la adquisición de alimento. Es importante que comprendas este punto, pues aquí radica la diferencia con la teoría de la evolución de Darwin.
Para Lamarck las especies evolucionaban desde formas simples hasta mas complejas, y consideraba al ser humano el punto máximo de la evolución. Sus ideas fueron poco aceptadas, pues contradecía las teorías creacionistas y catastróficas de Cuvier, ambas ya aceptadas y consolidadas en la comunidad científica. Ademas, no existían evidencias en el registro fósil que apoyara su primera ley, sin embargo, no estaba equivocado en la segunda, ya que sentó las bases para lo que después se conocería como “adaptación”.