Por migración entendemos un fenómeno demográfico qué implica un desplazamiento de personas de un lugar de residencia a otro de manera temporal o definitiva. El español distinguimos entre la emigración, que significará partir de un lugar de residencia de la inmigración, que significa llegar a recibir a un nuevo lugar.
La migración es un evento como él, se trata de un fenómeno global, así como de un evento que ha ocurrido desde el inicio de la humanidad. Es posible distinguir los fenómenos de migración por sus características: por la escolaridad de las personas que migran, pueden ser altamente calificadas o poco calificadas; otra por el tipo de proceso legal que siguen al migrar, indocumentadas o documentadas; también a un país y migraciones externas. Todas estas distinciones implican diferentes situaciones para los migrantes que hacen que sus experiencias sean diversas.
Causas y consecuencias de la migración
La migración es un fenómeno complejo y dinámico, y para su análisis se deben considerar una gran diversidad de factores. La migración rara vez es producto de un simple deseo de novedad o aventura. En la mayoría de los casos es común encontrar fuertes razones políticas o económicas para que las personas decidan cambiar de un lugar de residencia a otro. Además, es un fenómeno que puede ser visto desde una perspectiva individual hasta colectivo, pues los flujos de personas migrantes a menudo son numerosos, pero cada caso es único y cada persona tiene su propia historia y motivos para tomar el riesgo de migrar.
Entre las causas principales para la migración podemos señalar:
• Reunificación familiar: muchas personas migrantes emprenden el viaje debido a que algunos de sus familiares ya habitan, en muchos casos porque han migrado con anterioridad, en un lugar diferente al que residen y buscan encontrarse con ellos.
• Búsqueda de mejores condiciones cuando los países de origen entran en crisis económicas: este es un motivo común de los flujos migratorios que van de países en vías de desarrollo a los del primer mundo. Si en su lugar de origen las opciones de trabajo son escasas, mal pagadas, en malas condiciones y/o nulas, muchas personas intentarán trasladarse a lugares donde haya la posibilidad de mejores condiciones de vida.
• Inseguridad pública o violencia en el lugar de origen: si las personas consideran que su integridad física o incluso su vida y la de sus familiares está en riesgo debido a las condiciones sociales predominantes en un lugar, la sensación de amenaza puede llevarlas a buscar un cambio de residencia a una zona que consideren menos peligrosa.
• Desastres naturales o ambientales: en algunas ocasiones una zona se vuelve menos habitable al ocurrir una tragedia ambiental, como un derrame químico o un accidente nuclear o un desastre natural, como el paso de un huracán o un terremoto o u tsunamis devastadores. Estas circunstancias pueden arrasar con los hogares de muchas personas y volver difícil o imposible su reconstrucción, obligando a la gente a encontrar nuevos lugares de residencia.
• Las condiciones políticas adversas: si estalla una guerra o algún grupo social o étnico se ve envuelto en persecuciones sociales por parte del Estado o de otros grupos es muy probable que quienes se vean afectados, decidan migrar a una zona donde esas circunstancias no los alcancen. A menudo quienes efectúan este tipo particular de migración reciben el nombre de refugiados o exiliados.
• Tradición: algunas comunidades tienen la costumbre de desplazarse periódicamente de su lugar de origen a otro por costumbres y creencias. En el siguiente recuadro puedes encontrar un ejemplo de esto.
• Búsqueda de mejor desarrollo académico: otro de los motivos de migración es el desplazamiento en pos de una formación escolar de alto nivel. Esto puede suceder tanto a nivel interno de un país, cuando un estudiante de provincia decide viajar a la capital para estudiar en una de las universidades que ahí se concentra, como de manera exterior; cuando un estudiante decide continuar su formación en instituciones universitarias de prestigio internacional en otro país.
Aunque estas no son todas las razones por las que una persona se convierte en migrante, sí cubren un amplio espectro de los motivos más comunes. Debes tener en cuenta que muchas veces estos motivos no se presentan solos, sino en combinaciones, lo cual hace aún más fuerte la necesidad de trasladarse de las personas.
Migrar es una actividad que implica muchos riesgos, los migrantes a menudo se convierten en segmentos de la población muy vulnerables, susceptibles de maltratos, abusos y privaciones tanto de parte de las autoridades de un país como de grupos delictivos que lucran con ellos y sus necesidades, o ciudadanos comunes que los ven como una amenaza o una oportunidad de enriquecimiento fácil.
Las condiciones de los migrantes varían drásticamente si son legales o ilegales, pues a menudo los migrantes ilegales se ven desprotegidos por las naciones que los acogen, siendo presa fácil de cualquier delito o abuso. Las condiciones de los migrantes también están determinadas por su origen socioeconómico, su género, su edad o su raza. Los niños y las mujeres sufren de condiciones particulares de vulnerabilidad, pues en adición a los peligros de trabajos mal pagados, amenazas de deportación y discriminación racial, enfrentan con mayor frecuencia la amenaza de abuso sexual, trata de personas y prostitución.
Los migrantes llevan consigo su cultura, su lengua, sus costumbres y eso enriquece la diversidad cultural de los lugares que los reciben, pero también los aísla, dado que su condición está estigmatizada y su aportación cultural es vista como una supuesta contaminación de la cultura de un lugar. Esto provoca fricciones y conflictos que pueden resultar incluso estallidos de violencia contra los migrantes, por parte de los residentes.
Muchas naciones desarrolladas han endurecido sus leyes migratorias o vuelto inaccesibles o peligrosas sus fronteras en el afán de detener los flujos migratorios de personas en condiciones económicas desafortunadas, que intentan entrar ilegalmente a sus países. Esto no ha detenido a los migrantes, sino que ha vuelto más peligrosos sus traslados y ha acentuado el rechazo.
Teniendo en cuenta que la migración es un fenómeno cada vez más común a nivel mundial y que no parece que vaya a detenerse en algún futuro próxima, vale la pena preguntarse si en lugar de endurecer las políticas migratorias, agudizar la separación entre migrantes legales e ilegales y hacer las fronteras más difíciles e inseguras, no convendría más modificar las políticas migratorias y la imagen que se tiene de los migrantes, para poder integrarlos a sus nuevas comunidades de una manera más ventajosa, en lugar de relegarlos y concebirlos como una carga o una amenaza, y así aprovechar los aportes que pueden hacer a los lugares a donde llegan, tales como fuerza de trabajo barata, muchas veces con buena calificación laboral.