En los últimos años diversas instituciones educativas se han
involucrado en los procesos de la reforma e innovación curricular para
establecer propuestas efectivas a las problemáticas sociales.
Esto ha orillado a las mismas instituciones a modificar los
planes y programas de estudio para transitar a otro modelo educativo, el de
competencias, centrado en el aprendizaje cuyo sustento responde a las
necesidades de una sociedad en constante transformación.
El enfoque por competencias centrado en el aprendizaje se
constituye a través de cuatro componentes:
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Filosófico
è
Conceptual
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Psicopedagógico
è
Metodológico
Componente filosófico.
Explica la razón de la educación superior del siglo XXI,
propone la formación de sujetos integralmente desarrollados, se sustentan en
los cuatro pilares para la educación de este milenio propuesto por Delorsse:
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Aprender a conocer
è
Aprender a hacer
è
Aprender a convivir
è
Aprender a ser
Componente conceptual.
Esta propuesta educativa que sustentan la teoría de la educación
basada en competencias, la cual enfatiza el desarrollo constructivo de
habilidades, conocimientos y aptitudes que posibiliten a los estudiantes su
ingreso al campo laboral y adaptarse a los cambios y necesidades de la
sociedad.
Componente psicopedagógico.
La práctica educativa se centra en el aprendizaje y no en la
práctica docente centrada en la enseñanza y en los estudiantes.
El rol del estudiante tiene un nuevo sentido al ser
constructor de su aprendizaje a partir de la interacción con la información,
mediante una actividad critica, creativa y reflexiva que les posibilita aplicar
lo aprendido a situaciones cotidianas.
El estudiante es quien regula su aprendizaje y el profesor/facilitador
del aprendizaje creando ambientes que promueven actitudes abiertas para que el
estudiante aprenda a aprender, aprendan a hacer, aprendan a convivir y aprendan
a ser.
Componente metodológico.
Sustenta el diseño curricular por competencias desde una óptica
abierta y flexible, permite la participación activa del estudiante y la formación
interdisciplinaria.
Uno de los ejes de la Reforma integral de la educación media
superior es el marco curricular común con base en competencias que articula los
programas de distintas opciones de la educación media superior en México,
contiene desempeños terminales expresados como competencias genéricas y competencias
disciplinares básicas, define una competencia como la integración de habilidades,
conocimientos y aptitudes en un contexto especifico.
Competencias disciplinares básicas.
Son los conocimientos, las habilidades y las aptitudes,
asociados con las disciplinas en las que tradicionalmente se ha organizado el
saber y que todo bachiller debe adquirir.
Competencias genéricas:
Las competencias genéricas tienen tres características:
Clave:
è
se aplican en contextos personales, sociales, académicos
y laborales amplios.
è
Son relevantes a lo largo de la vida.
Transversales:
è
Son relevantes a todas las disciplinas académicas,
asi como actividades extracurriculares y procesos escolares de apoyo a los
estudiantes.
Transferibles:
è
Refuerzan la capacidad de adquirir otras
competencias ya sean genéricas o disciplinarias.