A continuación, estudiaremos a las naciones latinoamericanas
gobernadas por dictaduras militares, pero que terminó ese régimen cuando
pasaron a la democracia, como fueron los casos de Chile, Argentina y Brasil.
Chile.
La nación chilena gozo de una relativa estabilidad política
a tal grado que para 1973 los tres partidos que competían por el poder se
habían alternado en el gobierno. En 1970 cambiaron las cosas, con Salvador
Allende Gossens, perteneciente al llamado Frente de Acción Popular. Su
antecesor en el poder, Eduardo Frei Montalva, pertenecía al partido denominado
Democracia Cristiana, y para su arribo al poder también contó con el apoyo del
partido llamado Derecha. La alianza se dio con el fin de impedir que el Frente
de Acción Popular llegara al poder en 1964. Jorge Alessandri había llegado al
poder 1958 como candidato independiente con el apoyo de las clases
conservadores. Como puedes observar había alternancia en el gobierno, supuesto
básico de la democracia, pues permitió que las distintas facciones de la
sociedad accedieron al poder y no solo fuera un partido el que mantuviera el
control político de una nación.
Sin embargo, el ascenso de Salvador Allende, político
socialista-marxista, se convirtió en el primero con la postura de acceder al
poder mediante la elección y no por las armas, lo cual causo inconformidad
entre sus opositores. Si bien el gobierno de la Democracia Cristiana ya había
propuesto la “chilenización”, es decir nacionalización del cobre, así como
impulsar la reforma agraria que abandero Alessandri, las mismas propuestas en
boca de Allende resultaron escandalosas.
El ascenso al poder el partido que reconocía abiertamente el
tránsito hacia el socialismo causó la oposición del sector político, de los
sectores conservadores, así como de Estados Unidos con Richard Nixon en la
presidencia, gran promotor de la guerra fría y el anticomunismo, también
algunas facciones del Frente Popular se rebelaron contra el gobierno de Allende
pues creían que la transición debía ser mediante el uso de la fuerza y no de
forma pacífica como quería el mandatario. A lo anterior se sumó la crisis
económica. Todo ello contribuyó para que el 11 de septiembre de 1973 se diera
el golpe de Estado en el cual Salvador Allende se quitó la vida y asumió el
poder el General Augusto Pinochet, quien encabezó una dictadura militar hasta
1990, cuando se dio paso a la democracia.
Durante el gobierno del general Pinochet se dio el llamado
“Milagro de Chile”, entre los años de 1976 a 1981, el cual consistió en un
importante crecimiento económico. El gobierno, bajo la dictadura militar, se llevó
a cabo mediante el control de la prensa, toques de queda, intolerancia y
represión política al grado de torturar, exiliar y desaparecer a los opositores;
en suma, numerosas violaciones de derechos humanos. El ambiente se recrudeció
en 1982 motivado por la crisis económica que se dio en el país, la cual
resolvió Pinochet privatizando empresas estatales y reduciendo el gasto social.
La crisis, finalmente precipitó en descontento social que ya
hacía acto de presencia desde 1980, cuando inició el proceso de democratización
que culminó con el plebiscito del 5 de octubre de 1988. El resultado de la
victoria del Partido Demócrata Cristiano encabezado por Patricio Aylwin, el
cual fue electo como presidente a la caída de Pinochet el 11 de marzo de 1990.
El periodo llamado de transición, bajo la dirección de Aylwin, se caracterizó por
restaurar el régimen democrático así como en dar seguimiento a las violaciones de
los derechos humanos. Su sucesor en la presidencia Eduardo Frei Ruiz-Tagle
consumo de la detención de Pinochet. En la actualidad de la presidencia la
tiene Michelle Bachelet quien ganó por la Nueva Mayoría para un segundo
periodo.
Argentina.
A diferencia de Chile, Argentina fue objeto de múltiples
golpes de Estado desde 1874 para continuar en 1895, 1905, 1930, 1943, 1955,
1966 y 1976. La inestabilidad era una constante en el país sudamericano. En la última
rebelión civil-militar se dio el golpe militar contra María Estela Martínez de Perón.
Se estableció una junta militar con el general Jorge Rafael Videla al frente,
así como otros generales participantes de la junta como Emilio Eduardo Massera
y Orlando Ramón Agosti. Videla se hizo cargo de la presidencia del país entre
los años de 1976 a 1981, cuyo periodo fue denominado de “Reorganización
Nacional”. En paralelo también se denominó como “terrorismo de Estado” a este
periodo por todas las medidas que se tomaron para mantener el control de la nación,
el cual se prolongó hasta 1983.
La denominación de “terrorismo de Estado” no se dio sin
razón, pues en ese tiempo se decretó la pena de muerte, se formaron consejos de
guerra, así como la imposición del estado de sitio. Se utilizaron distintos
procedimientos para el control de la población, como los centros clandestinos
de detención en los que se ponía en practica la tortura y el asesinato. Muchas
de las detenciones se realizaban mediante secuestros. Hoy en día toda esa información
se sabe gracias a la documentación que realizó la Comisión Nacional sobre Desaparición
de Personas (CONADEP).
También por medio de esta Comisión se sabe que se ejercía
tortura sistemática, la cual consistía en violaciones, descargas eléctricas,
simulaciones de fusilamiento, pinzas, drogas, fracturas, cadenazos y una
cantidad inimaginable de formas de tortura. Otro procedimiento de desaparición
forzada se dio por medio de los llamados “vuelos de la muerte”, los cuales consistía
en la eliminación de personas lanzadas vivas al mar, y al parecer se convirtió
en la forma más recurrente para la eliminación de cuerpos.
También existe documentación sobre el papel que jugó el
terrorismo de Estado en la llamada “Operación Cóndor”, la cual alcanzó nivel
continental en muchos países del Cono Sur en relación con las fuerzas militares
del Perú, Ecuador, Colombia y Venezuela, así como con la asesoría y apoyo de
Estados Unidos. La Operación Cóndor se realizó con el objetivo de combatir la
llamada izquierda, lo cual se confirmó con la desclasificación de los archivos
secretos de las agencias de seguridad nacional durante la presidencia de Bill
Clinton.
El régimen llegó a su fin en 1982 cuando Argentina perdió la
Guerra de las Malvinas contra el Reino Unido. El fracaso bélico acabo con la
popularidad que le quedaba y acelero el cambio de régimen y la instauración de
la democracia con el proceso electoral de 1983, de manera que en 1984 asumió el
poder Raúl Alfonsín, de la Unión Cívica Radical, uno de los tantos partidos que
desaparecieron durante el régimen militar. Una vez restaurada la democracia se
continuo con la investigación de los crímenes de lesa humanidad.
Brasil.
El presidente Getulio
Vargas se mantuvo en el poder en medio de múltiples intentos de golpes a su
gobierno. Los gobiernos de Vargas son emblemáticos por haber dado cabida a un
largo proceso de democratización del país. Inició su primer periodo en 1930 –
1934 con un gobierno provisorio, en 1934 – 1937 fue un gobierno constitucional,
en 1937 – 1945 se denominó “Estado Novo”. Sin embargo, durante una crisis de
gobierno que se suscitó el 5 de agosto de 1954 Getulio Vargas concluyó su
carrera presidencial con su suicidio, dejando al país en una profunda
inestabilidad.
Juscelino Kubitschek llegó a la presidencia en 1956. Este
presidente logró gobernar con estabilidad, y al término de su mandato siguió el
gobierno de Jânio Quadros, el cual solo duró un año y abandonó el gobierno en
1961, dejando a su cargo de la oficina presidencial a su vicepresidente João
Goulart. Al no contar con la aceptación general Goulart sufrió un golpe de
Estado de corte militar en 1964, cuyo régimen castrense se prolongó hasta
mediados de la década de los años ochenta. El régimen militar llegó a su fin
cuando el general Humberto de Alencar Castelo Branco prometió hacer la transición
hacia la democracia de manera gradual, el cual dejó el poder en 1985.
Dicha dictadura fue apoyada por Estados Unidos con la
anuencia de los sectores conservadores y bajo el argumento de impedir que
Brasil no se convierta en otra Cuba. La dictadura suprimió la constitución e
impuso actos institucionales plasmados en la ley dictada por las fuerzas
armadas, el llamado acto institucional Nº1; así también se eliminó la elección
popular y la de presidente de congreso. Se suprimieron los derechos políticos por
diez años, con lo cual se eliminó la oposición, pues todos los que se
manifestaban en contra eran expulsados. La dictadura también impuso controles a
la población civil por medio de la prohibición a la libertad de prensa, torturas
y asesinatos contra los opositores al gobierno. Sin embargo, las contradicciones
entre los líderes militares crecieron: unos abogaban por la prolongación de la
dictadura, en tanto que otros como Humberto de Alencar Castelo Branco, se pronunciaron
porque fuera un régimen transitorio.
A lo largo de la dictadura militar las inconformidades se acrecentaron,
pues si bien el régimen castrense se preocupó por mejorar la situación económica,
las diferencias sociales y económicas aumentaron. La represión civil, así como
el endeudamiento internacional fueron las causas de la creciente inconformidad
en la población. El descontento se convirtió en presión a la dictadura militar
y para que tomara la decisión de no continuar con el control del gobierno.
Así se iniciaron los primeros pasos para la realización de
elecciones directas. En los primeros comicios resultó electo Tancredo Neves, el
cual no pudo asumir el poder pues después de enfermarse murió, y fue sustituido
por el vicepresidente José Sarney. En este periodo se logró la estabilidad económica
con la consecuencia de que en las elecciones siguientes resultó ganador un
candidato casi desconocido Fernando Collor, quien solo duraría tres años pues renunció tras ser acusado
de corrupción. La estabilidad democrática llegaría hasta que el vicepresidente
Itamar Franco apoyándose en su Ministro de Hacienda, Fernando Henrique Cardoso,
creo un plan para la estabilidad económica: el Plan Real. Nuevamente la
consecuencia del éxito económico repercutió en las siguientes elecciones, donde
resultó electo Fernando Henrique Cardoso para el periodo de 1994 y reelecto en
1998. La culminación de esta democracia fue la transición pacífica del poder
al candidato de izquierda Luiz
Inácio Lula da Silva, cumpliendo también dos periodos completos: sucediéndole
en el poder Dilma Rousseff.
Como se puede observar las dictaduras militares en estos países
pretendieron y lograron cierta estabilidad económica y política; pero solo
cuando el descontento y la presión de la población crecieron dejaron paso hacia
la democracia. Sin embargo, no es posible desestimar los altos costos sociales
que significaron la violencia y la crueldad que se dieron durante los gobiernos
militares.