Introducción.
Las tendencias ambientales que hay en nuestro país siguen siendo las mismas que hace muchos años. Muy a pesar de las alertas que existen por parte de las organizaciones y de académicos, México una presenta uno de los mayores índices de degradación ambiental en todo el mundo. Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía e Informática (INEGI), la destrucción ambiental de nuestro país equivale a alrededor de un 8.8% del Producto Interno Bruto (PIB).
Al hablar de impacto en el cambio climático en México no solo hablamos de pérdidas de infraestructuras o de impacto económico, también estamos hablando de pérdidas humanas. No hace poco las autoridades señalaban que había más de 25 millones de mexicanos en condiciones de vulnerabilidad frente al cambio climático.
Según datos oficiales el 15% del territorio mexicano, el 68% de la población y el 71% del PIB se encuentran altamente expuestos al riesgo de los impactos adversos del cambio climático.
Aunque ningún sector de la población está exento de estos desastres quienes se ven más afectados por los impactos serán los sectores sociales más vulnerables. La recuperación ante eventos meteorológicos extremos tales como huracanes e inundaciones ocurren diferencialmente de acuerdo con la resiliencia y el poder adquisitivo. Un ejemplo de ello fue el huracán Wilma (categoría 5) el cual golpeo la zona turística de la península de Yucatán, mientas que Stan (categoría 1) impacto en las zonas rurales de Chiapas y a pesar de que el primero registro mayores daños en términos monetarios la recuperación de esa zona fue más rápida.
Mostrando con ello que es urgente modificar la forma en que se responde a cualquier tipo de desastre, sobre todo considerando que de los 125 municipios más pobres del país 88 son los más propensos al impacto de inundaciones y huracanes.
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Los valores y recursos de la Selva Lacandona pueden ser vistos como un enorme capital natural que puede producir importantes "intereses" para el desarrollo de Chiapas y del país. Sin embargo, es también importante considerar que parte de estos intereses deben ser reinvertidos para evitar la descapitalización de este patrimonio natural. Los valores y recursos de la Selva Lacandona pueden ser vistos como un enorme capital natural que puede producir importantes "intereses" para el desarrollo de Chiapas y del país. Sin embargo, es también importante considerar que parte de estos intereses deben ser reinvertidos para evitar la descapitalización de este patrimonio natural. Las acciones en México en contra el cambio climático llegó a su punto cumbre en el 2012 con la publicación de la Ley General de Cambio Climático. Después de su publicación le han seguido diversos instrumentos de política pública como la Estrategia Nacional de Cambio Climático y el Programa Especial de Cambio climático (el cual incluye compromisos de las 14 secretarias del estado) actualmente se trabaja en la elaboración de programas y leyes estatales con respecto a ello. Todo con el fin de fortalecer la transversalidad de las políticas, a finales del 2015 se creó el Sistema Nacional de Cambio Climático, este agrupa a la Comisión Intersecretarial de Cambio Climático (CICC), al Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), al Consejo de Cambio Climático, a las entidades federativas, a asociaciones de autoridades municipales y al Congreso de la Unión, ademas de que cuenta con una coordinación la cual evalúa las decisiones de este Sistema. Uno de los compromisos de México es que de manera ambiciosa ha propuesto lograr una tasa de cero en deforestación y a reducir entre el 25% y el 40% las emisiones de gases invernadero en todo el territorio para el año 2030.
Por lo tanto, el proceso que deberíamos de seguir es vivir lo cual requiere de muchas medidas para lograr una adaptación a este tipo de modo de vida, sin embargo, estas medidas generaran serios conflictos debido a confrontación de diversos intereses, por otra parta para lograr la adaptación a nivel nacional sería un reto prácticamente imposible si no se atiende primero a escala local. Es decir, que solo se lograra una adaptación si se concentran los esfuerzos en proteger las comunidades locales, los ecosistemas y los recursos naturales.
Sin embargo, podemos ver que México está haciendo exactamente lo opuesto: numerosas comunidades locales se ven despojadas se sus recursos naturales, se encuentran sujetas a una continua violación de sus derechos y cada vez se autorizan más megaproyectos los cuales tienen gravísimos impactos ambientales asociados a ellos; existe un continuo desgaste del tejido social es por demás decir que la población no es tomada en cuenta para este tipo de decisiones. Esta absurda dinámica está siendo alimentada por la acostumbrada e irreflexiva visión de que el patrimonio natural representa el obstáculo a vencer para lograr imponer un concepto equivocado de desarrollo.
La selva Lacandona.
La región Lacandona constituye el limite occidental de la selva tropical denominada Gran Petén, es la selva más extensa y norteña de Mesoamérica. Sus funciones ecológicas incluyen el mantenimiento de la estabilidad climática regional y su contribución a la estabilidad ecológica del Rio Usumacinta y los humedales de la planicie costera de Tabasco y Campeche. Ademas de los valores escénicos y turísticos, tiene importantes reservas de hidrocarburos. Esta región representa tan solo el 0.4% de la superficie del territorio sin embargo tiene más del 20% de los vertebrados terrestres conocidos. Hasta el momento se tienen registrados más de 2,723 especies entre plantas y animales, que estos representan solo el 6.3% de las 42,756 especies que se tienen estimados que existan en esta región.
La riqueza cultural que contiene la región Lacandona es bastante extensa dado que tiene más de 100 sitios arqueológicos y tiene la presencia de varios grupos étnicos. La selva Lacandona, no es solamente El Pulmón Mexicano y un orgullo de Chiapas, también es el hábitat de varios y diversos grupos indígenas, entre los que se encuentran Choles, Tzeltales, Tzotziles y Lacandones, asentados en localidades como Metzabok, Naha, Bethel y Lacanjá-Chansayab, ubicados en 27 asentamientos dispersos en los márgenes de los ríos Usumacinta, Santo Domingo y Lacanjá, además de 33 poblados en la zona de Las Cañadas. En la actualidad más del 45% de la Selva Lacandona ha sido transformado por la mano del hombre. Esto origina una serie de problemas para un desarrollo sustentable dado que el acelerado crecimiento demográfico, la irregularidad de la tenencia de la tierra, el comercio ilegal tanto de la flora como de la fauna silvestres, los procesos de erosión cultural, la falta de coordinación en las políticas de organización de esfuerzos entre las instituciones, dependencias gubernamentales y lugareños de la región, hacen que el daño a esta región cada vez sea mayor.
Riqueza de la Selva Lacandona.
De 1.5 millones de hectáreas que tenía la Selva Lacandona en Chiapas, hoy quedan tan sólo 500,000 de ellas, de ahí la urgencia por conservar su gran valor, debido a que en ellas radica la mayor biodiversidad de México, con fauna y flora exclusiva de la zona.
La riqueza y diversidad biológica de México y de las selvas han sido señaladas con insistencias, asi como tambien los beneficios que se obtendrían de su conservación tanto para esta generación como para las generaciones venideras.
Sin embargo, hasta este momento no ha sido posible cuantificar en término ecónomos muchos de los beneficios derivados de la existencia en sí mismo de las selvas tropicales y los procesos ecológicos esenciales que ahí ocurre. Cabe menciona entre ellos unos de los más importantes los cuales serían la producción de oxígeno, la captación y retención de agua, la generación y mantenimiento del suelo y la contribución a la estabilidad climática no solo a nivel local, sino tambien regional y global, no sin dejar de menciona el aporte y reciclaje de nutrientes, la oxigenación y la filtración del agua. A todos estos se añaden valore talos como el que tienen las selvas de manera integral como fuente de abastecimiento de recursos (tanto de agua como de madera, alimentos, entre otros), en pocas palabras los valores intrínsecos del banco de germoplasma que constituye y los valores aun intangibles de especies silvestres con potencialidad en la medicina o la agricultura que aun o han sido descubiertas o desarrolladas son incuantificables.
La selva Lacandona, no sólo es una reserva de la Biosfera, es también un lugar privilegiado del planeta, pues viven en ella más de 300 especies de árboles; en el rubro de su fauna, esta región da cobijo a 70 especies de mamíferos y 306 especies de aves, aunado a una gran cantidad de reptiles. Sin embargo, la excesiva deforestación y la cacería han provocado la disminución del hábitat de todos estos pobladores naturales.
Estabilidad climática.
Es un hecho de que la Selva Lacandona constituye un reservorio de enormes volúmenes de carbono, le otorga un importante valor el cuan aun es poco conocido, pero que mundialmente si ha sido objeto de una mayor atención, dado que se ha documentado que las quemas e incendias en las selvas tropicales generan una liberación a la atmosfera de grandes volúmenes de carbono el cual se encontraba “secuestrado” en la biomasa vegetal, y esta liberación de carbono tiene una contribución importante en el sobrecalentamiento del planeta por el efecto llamado invernadero.
Que papel hidrológico tiene la Selva Lacandona en México.
Como hemos señalado en la región Lacandona contiene un importante y complejo sistema hidrológico el cual representa el 53% de la cuenca del Rio Usumacinta.
Este rio junto con el Grijalva forman la mayor cuenca hidrológica que tiene México con una extensión de 81,000 km2, la cual tiene un escurrimiento anual de 85 billones de m3, esto representa alrededor del 30% de los recursos hidrológicos en superficie que tiene México y tambien el 56% del potencial hidroeléctrico identificado.
Por esta razón la conservación del Usumacinta es un elemento clave para la estabilidad ecológica de los 10,000 km2 de pantanos que están formado en el Delta de los ríos Grijalva – Usumacinta, el cual es uno de los sistemas de humedales más extensos e importantes en los trópicos de Norteamérica. Este sistema de humedales tiene la función de filtro y es el principal punto de recepción de nutrientes del agua que fluye desde las tierras altas de Guatemala y México (Chiapas y Oaxaca) hacia las áreas costeras del Golfo de México. Este afluente proporciona alimento, refugio y sitios de producción para un gran número de mamíferos, reptiles, anfibios y particularmente peces e invertebrados marinos y dulceacuícolas, de estos dependen de forma importante las pesquerías mexicanas y estadounidenses del Golfo. Tambien las áreas boscosas proporcionan agua a las cuencas altas tienen influencia directa sobre el mantenimiento de la cantidad (flujo, volumen y frecuencia) y la calidad (tanto química y microbiológica) del agua que reciben estos humedales.
Hábitat de especies amenazadas y en peligro de extinción
Actualmente en México, la Selva Lacandona constituye el hábitat más importante para numerosas especies consideradas amenazadas o en peligro de extinción. Entre estas, se puede mencionar al tapir (Tapirus bairdii), el pecarí de labios blancos (Tayassu pecari), el jaguar (Panthera onca), el ocelote (Felis pardalis), el mono araña (Ateles geoffroyi) y el mono aullador o saraguato (Alouatta pigra) y la tortuga blanca Dematemys mawii.
Para otras especies también en peligro, esta región constituye, el último reducto de su hábitat en el país, por ejemplo: es la única área donde el águila harpía (Harpia harpyja) ha sido registrada recientemente. Es la selva Lacandona en donde habitan las únicas poblaciones en todo el país de la guacamaya roja Ara macao, ave que ha sido extinguida en la mayor parte de su área de distribución original en México.
Entre las plantas, se puede mencionar a la única cícada registrada Zamia sp. y a las euforbiáceas Euphorbia dentata y E. lancifolia, que se encuentran enlistadas en el Apéndice II de la convención sobre el comercio internacional de especies amenazadas de fauna y flora silvestres.
Entre las especies en peligro de extinción, posiblemente la pérdida potencial más crítica la constituye Lacandonia schismatica, la cual se encuentra circunscrita a menos de dos hectáreas contiguas a la Reserva de la Biósfera Montes Azules, que serán convertidas en potreros.
Situación actual de la Selva Lacandona.
Los factores que operan en la Selva Lacandona son los típicos que contribuyen a la destrucción de las selvas tropicales en otras latitudes. Aunque la problemática regional es el resultado de una compleja interacción de factores de índole político, sociocultural y económico, a continuación, presentare un breve diagnóstico de la situación actual, haciendo énfasis en los principales aspectos vinculados a la conservación del área.
En los últimos 30 años el crecimiento poblacional de dos de los tres municipios que comprenden la Región Lacandona se ha triplicado. Al mismo tiempo la población del municipio de Ocosingo se ha sextuplicado, contando en su actualidad con más de 120,000 habitantes.
En consecuencia, en la actualidad dentro de los límites de la Reserva existen más de 10,742 pobladores los cuales se encuentran agrupados en 18 asentamientos. Gran parte de este crecimiento poblacional ha obedecido a la inmigración de pobladores de los Altos de Chiapas, a la donación de tierras en la zona de Marques de Coimillas a pobladores de diversas regiones del país y a la inmigración de refugiados guatemaltecos en los años 80’s.
Aunado a el acelerado crecimiento de los poblados y establecimiento de otro continúa incrementándose y con ello la presión sobre la base de recursos naturales de la región.
Respecto a la tenencia de la tierra, el decreto de establecimiento de RBMA (Reserva de la Biosfera Montes Azules), se traslapa en gran parte con los bienes comunales de la Comunidad Lacandona. Existen tambien numerosos asentamientos irregulares que incrementan las presiona hacia la Reserva y que complican aún más la situación agraria de la región. Este problema se ha tornado particularmente critico en la zona conocida como El Desempeño. Esta situación es típica de la mayoría de las áreas protegidas del país y obedece a una falta de articulación historia entre la Secretaría de la Reforma Agraria, los decretos presidenciales y otras dependencias de gobierno.
Impactos sobre los recursos naturales.
Del área total de RBMA (331,200Ha) se estima que más del 10% (33,000Ha) ya fue deforestada. La perturbación y desmonte causados por las actividades humanas dentro de los límites de la Reserva están localizados principalmente en los sectores norte y sureste de la Miramar, en el sector de los lagos del norte de la Reserva (Plan de Ayutla, Palestina, Taniperlas y Perla de Acapulco) y en meno extensión en Campo Cedro o “Indio Pedro”.
Aunado a la deforestación, existe una serie de actividades que están afectando de manera diferencial a diversos componentes de la flora y la fauna, por consiguiente, a la potencia que bajo un manejo adecuado se podría aprovechar de estos recursos.
Conclusiones.
Como los datos que se presentan la destrucción de los recursos ambientales en México y la urgencia del cambio climático no pueden seguir siendo relegados por los tomadores de decisiones. Es necesario que el cambio climático en particular y el medio ambiente en general se conviertan en un eje transversal para la toma de decisiones en el país. Esto no puede mantenerse solo en un discurso – la retórica de políticos “preocupados” por el medio ambiente no ha tenido ningún beneficio para la resolución de la crisis ambiental – estos deben de ser activo, especifico, con propuestas concretas y mecanismos de seguimiento, asi como de participación pública.
Los numerosos programas, con sus respectivos presupuestos, que han sido implementados en la Selva Lacandona, tanto con fines de desarrollo como de conservación, han ofrecido escasos resultados poco tangibles. Esto nos debe de poner en alerta para no continuar con esta misma dinámica.
Desde hace aproximadamente cuatro a cinco años, las acciones de conservación e investigación en la región han sucedido de manera desarticulada, y al igual que muchas acciones de desarrollo económico, no han contado con una concertación real entre los sectores involucrado.
Es entonces ahora necesario evaluar y analizar los esfuerzos que ya se han hecho para tomar los elementos valiosos que permitan el desarrollo de estrategias y alternativas eficaces.
En toda América Latina, comienzan a ser palpables los efectos irreversibles de la destrucción de los bosques tropicales. El Salvador enfrenta actualmente una crisis hidroeléctrica debido a la eliminación de la cobertura forestal. Esto se ha traducido en una intensa deforestación, erosión, perdida y contaminación de recursos hidrológicos que han puesto en crisis la producción pesquera, agrícola y forestal.
Los valores y recursos de la Selva Lacandona pueden ser vistos como un enorme capital natural que puede producir importantes "intereses" para el desarrollo de Chiapas y del país. Sin embargo, es también importante considerar que parte de estos intereses deben ser reinvertidos para evitar la descapitalización de este patrimonio natural.
Referencias
Aldabe, a. R., & Aldabe, Y. R. (s.f.). Natura Mexicana. Obtenido de Conservacion y desarrollo sustentable en la Selva Lacandona: http://www.biblotecanatura.org/conservacion-y-desarrollo-sustentable-en-la-selva-lacandona/index.php/sec1/sec1-cap3/sec1-cap3-2
Casas, H. F. (s.f.). Ciudad Ocio. Obtenido de http://www.ciudadocio.com.mx/cine/articulo_cine.php?id=206
Gálvez, K. L., & Tapia, F. C. (01 de junio de 2016). Horizontal. Obtenido de http://horizontal.mx/pensar-el-cambio-climatico-los-retos-inaplazables-de-mexico/
Lara, A., Olivera, A., Olivera, B., & Navarro, C. (2009). Greenpaece. Obtenido de http://www.greenpeace.org/mexico/global/mexico/report/2009/6/destruccion_mexico.pdf
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