sábado, 11 de marzo de 2017

Crisis de deudas externas.

Entre los años de 1970 y 1976 México puso especial interés en el desarrollo de la industria apoyado por el descubrimiento de yacimientos de petróleo. Para ello implemento una política económica abierta al crédito externo e interno, pero que restringía las importaciones a fin de que el Estado tuviera una fuerte intervención en la economía nacional.

Para llevar a cabo este desarrollo, el Estado Mexicano comenzó a solicitar créditos a instancias públicas y provocadas que, para 1982, alcanzaron 80,000 millones de dólares, convirtiéndose en el segundo país más endeudado, por debajo de Brasil.

La deuda de México entró en crisis por la caída en los precios del petróleo, cuyo antecedente remite a la crisis petrolera de 1973 y a la devaluación de la moneda nacional en 1976.

En la década de los años sesenta se gestó una Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Para el inicio de la siguiente década, entre 1972 y 1979 logró un amplio control de las reservas internacionales y, por tanto, de la producción petrolera, lo cual se tradujo en una imposición de precios a los países consumidores. En este contexto, México encontró importantes yacimientos en su territorio. Los beneficios que se esperaban dieron pie a la formulación de una política económica de rápida industrialización con base en la refinación del hidrocarburo. Se financiaron varias plantas refinadores en puntos estratégicos del país. Para el desarrollo de esa política se recurrió al crédito externo con bajas tasas de interés existentes en ese momento. Se pensaba que la maduración de la producción petrolera permitiría financiar la deuda nacional con bajos costos de financiamiento. Sin embargo, el descubrimiento de nuevos yacimientos en el Mar del Norte en 1976 término con la fijación de precios por la OPEP y en un aumento de las tasas de interés en los mercados internacionales de deuda. México se quedó con una gran deuda y con costos financieros al alza, la cual puso al país en la incapacidad del pago; es decir, una crisis energética que para la década de los ochenta se convirtió en crisis de la deuda.

Devaluación: se refiere a la pérdida de valor nominal de una moneda frente a monedas extranjeras. México, la moneda nacional es el peso y al devaluarse lo hace principalmente frente al dólar.

La crisis de petróleo de 1973 surgió a partir de que la OPEP (Organización de países Árabes Exportadores de Petróleo) decidió no exportar petróleo a los países que apoyaron a Israel en la guerra de Yom Kippur que lo enfrento contra Siria y Egipto. Varios países se excluyeron de las exportaciones, entre los que destaca Estados Unidos de Norteamérica, quien para esos años habían duplicado su consumo petrolífero. De ahí la denominación de crisis del petróleo.

Para afrontar la crisis económica que México vivía, se optó por nacionalizada las instituciones financieras y pedir préstamos al Fondo Monetario Internacional (FMI) para pagar la deuda. A pesar de estas medidas, para 1983 el panorama continuaba bastante desalentador.

La crisis de la deuda mexicana no solo repercutió en la economía nacional, sino que implicó dificultades en las políticas sociales y culturales, pues al tratado de pagar la deuda se dificultó la cobertura de las necesidades fundamentales de la sociedad mexicana, tales como educación, seguridad, servicios de salud, acceso al trabajo, entre otras. Para cubrir la deuda el estado mexicano debía buscar una manera de hacerlo, por ejemplo, mediante la reducción del presupuesto destinado a las políticas sociales, lo que derivaría en conflictos sociales mayores, pues sin cumplía su compromiso con la sociedad mexicana, como es el caso de la disminución de subsidios de bienes de consumo básico, a productores agrícolas y transferencias presupuestales a los estados y municipios del país.

Deudas externas.

La deuda que México adquirió en la década de los años 80 del siglo XX fue la cuarta por la que atravesó el país. Está situación no es exclusiva del estado mexicano, otros países como España, Portugal y Grecia también han pasado por esta situación.

Deuda externa: se denomina así a la o las deudas que un país tiene con instituciones extranjeras, las cuales pueden ser públicas o pertenecer al sector privado, y entre los motivos para contraer la deuda se encuentra la industrialización o el desarrollo de las industrias, solventar situaciones extraordinarias como catástrofes naturales, incluso para cubrir el pago de deudas anteriores.

A partir de las crisis económicas y de las dificultades que la deuda externa ha traído a múltiples países de respecto a la viabilidad de aplicación de sus políticas sociales, han surgido debates y movimientos sociales en torno a la condonación de estas, sobre todo en países subdesarrollados hoy en vías de desarrollo.

Condonación: se conoce también como remisión o quita y se refiere al acto jurídico mediante el cual se libera de un pago al deudor con la renuncia del acreedor a su derecho de cobranza.

País subdesarrollado: conocidos también como menos desarrollados, se refiere a los países que presentan índices bajos de desarrollo socioeconómico, los cuales se caracterizan por el bajo ingreso monetario per cápita, así como la debilidad en derechos humanos y la vulnerabilidad económica.

País en vías de desarrollo: también llamados en desarrollo intermedio. Se les denomina así debido a que su economía está en pleno desarrollo tras salir de un subdesarrollo o de una economía en transición.

Algunos de los debates en torno a la deuda externa surgieron con el movimiento altar mundialista que fortaleció la idea de condonar la deuda de los países subdesarrollados como, más radicalmente, repudiar absolutamente la misma. A partir de estas circunstancias sociales, organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) propusieron, en 1996, una iniciativa para aliviar la deuda de Países Pobres Muy Endeudados (PPME), la mayoría localizados en la zona africana de lo que anteriormente fue el Imperio Británico.

 

Altermundialismo: es un movimiento social también llamado antiglobalización y se caracteriza por considerar que deben ser los valores sociales y ambientales los clientes y determinen la globalización y el desarrollo humano su leo en principio fue “otro mundo es posible” actualmente es “otros mundos son posibles”. Su propósito se centra en la idea de construir un sistema económico alternativo al imperante.

En 2005, considerando que los países ingresaron a la iniciativa PPME aún no resolvían completa y adecuadamente la deuda externa, el FMI implemento otra propuesta para agilizar está situación con la Iniciativa para el Alivio de la Deuda Multilateral (IADM), la cual condonaba 100% de la deuda de los países que completaron el proceso con la primera iniciativa: PPME.

Desde la perspectiva social, la deuda externa no ha dejado de constituir un problema económico y social grave, que afecta a toda la ciudadanía de un país. Algunos factores que fortalecieron el movimiento contra la deuda externa fueron, la caída del Muro de Berlín en 1989 y la desintegración de la URSS en 1991, como recordarás haber visto en la primera unidad. En medio de estas circunstancias políticas y sociales, el FMI y el BM realizarían su acostumbrada cumbre anual, ante la inconformidad de los ciudadanos de dichas naciones respecto a las políticas económicas de ambos organismos.

Resultado de imagen para el muro de berlinLa caída del Muro de Berlín en 1989 se produce luego de varias negociaciones que permitieron el libre paso de los habitantes de Alemania Oriental a Alemania Occidental y viceversa. El Muro constituyó la frontera interna desde 1961 hasta su caída en 1989. Cuando se aprobó, un tanto informalmente, el libre paso sin documentos de una región a otra, una multitud de personas se

aproximó al Muro y los guardias de la frontera al no atreverse a disparar abrieron los accesos. Esto es lo que se llama la caída del Muro de Berlín. Este hecho, sin embargo, fue políticamente representativo no sólo para los habitantes de Alemania, sino para toda Europa y el resto del mundo pues significó la caída de los regímenes comunistas y el fin de la Guerra Fría.

El impacto de la deuda externa se refleja en el presupuesto destinado a los gastos sociales de un país. Hay que tener presenta que en aquellos años el gasto en la educación y salud en México llego a representar alrededor de 80% del llamado Gasto Programable del Gobierno Federal. Implica que cualquier desviación del gasto para pagar la deuda externa no podía evitar la disminución de los recursos empleados para el bienestar más elemental de los mexicanos.

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